Esquileo de ovejas, mulos, burros y yeguas
Llegado el verano (meses de junio y julio) se procedía al esquileo del ganado lanar (despojarlas de la lana acumulada en el año). Se ataba a los animales por las cuatro patas y se pasaban al esquilador que mediante unas tijeras apropiadas se les iba despojando del manto, formado los característicos «vellones» que convenientemente anudados se amontonaban en un lugar de la casa para su posterior venta.
También, dos o tres veces al año se esquilaban los mulos, burros y yeguas; esto se hacía con máquinas de mayor tamaño que las empleadas en las barberías.
Todas estas faenas se hicieron siempre por las mismas familias, llamadas de «los esquiladores». Hubo dos o tres en el pueblo. En la actualidad el esquileo se realiza con modernas máquinas eléctricas que simplifican extraordinariamente este trabajo.