La Dula
Hubo un tiempo en que los domingos y días festivos se llevaban a los mulos, burros, caballos a pastar al campo. Siempre había en el pueblo alguna familia, “los duleros”, que por las mañanas anunciaban a la gente mediante el «toque de caracol», la salida al campo. Los dueños quitaban la cadena y los soltaban en dos lugares de las afueras del pueblo: “Los Egíos” o “El Prao”. El «dulero» guardaba y cuidaba a todo el grupo de animales, que nuevamente por la tarde a la puesta de sol regresaba, anunciando a todos su regreso mediante el toque del caracol. En ese momento de recogida cada uno tenía que abonar al “dulero” el importe de su cuidado del día (yo recuerdo el pago de 2 reales por animal).