La Trilla
Esta tarea de la trilla solía empezarse a primeros de agosto. Lógicamente antes hubo que segar los cereales, “la siega” y transportarlos a la era, “el acarreo”.
Ya almacenado en la era formando las famosas “hacinas”, montones separados de los diferentes tipos de cereales: trigo, cebada, avena colocados adecuadamente alrededor de la era y el pajar.
La faena diaria se iniciaba a primeras horas de la mañana, barriendo la era donde seguidamente se iban desatando los haces o gavillas distribuidas uniformemente. Aquí se preparaban los trillos que tirados por un par de mulos y orientados y dirigidos por una persona subida en el trillo daba vueltas sobre estos cereales; la llamada «parva”, que había de voltear periódicamente para que se moliera la parte baja, así dando vueltas con el trillo (sobre 5 o 6 horas) hasta que quedaba completamente molido.
Por la tarde, ya molida la parva se recogía amontonándose en el centro de la era, barriéndose adecuadamente sin que quedara el menor resto sin amontonar, formando “el pez”. Seguidamente con palas y horcas adecuadas se “aventaba”, levantando en alto para que el viento separara la parte pesada, el grano, de la parte menos pesada y volátil: la paja.
Después de varios trabajos complementarios para finalizar el aventado, el grano se envasaba en costales siendo transportado a la casa y almacenándose en los trojes: “atrojes” se decía. La paja se llevaba al pajar mediante tablas o rastros, quedando aquí almacenada, sirviendo para alimentar mulos, ovejas, cabras, asnos… durante todo el año.